Una no reconoce los momentos verdaderamente importantes de su vida sino hasta que es demasiado tarde.
Agatha Christie
Cada momento es especial y nos ofrece una oportunidad: la de permitir que una experiencia nos transforme de una manera importante, la de invitar a otra persona a entrar a nuestra vida y la de alimentar a la mujer en pleno crecimiento que vive en nuestro interior. Los sucesos de la vida transcurren tan rápido que pocas veces saboreamos individualmente cada momento, pero cada día rebosa de pequeños dones diseñados divinamente para nuestro bienestar. La mujer a la que sonreímos ayer en la tienda o el hombre a quien dimos las gracias en el autobús la semana pasada se sintieron especiales. Y al hacerlo, nosotras también nos suavizamos.
La maravillosa realidad es que nos hemos incorporado al mundo de otra persona debido a las cualidades especiales que cada una de nosotras posee y que es capaz de compartir con los demás.
Ahora podemos ser conscientes de cada momento y dar gracias por cada experiencia y por cada persona con la que nos relacionemos.
Reflexión para Hoy:
En este juego interior de la vida, comparto el campo y tendré mi turno para servir. Para vivir realmente debo participar plenamente.
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