Mostrando entradas con la etiqueta Amor propio. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Amor propio. Mostrar todas las entradas

martes, 21 de junio de 2016

Dar poder...

Tú puedes pensar. Tú puedes sentir. Tú puedes resolver tus problemas. Tú te puedes cuidar solo.

Estas palabras con frecuencia me han beneficiado más que el consejo más elaborado y profundo.

Qué fácil es caer en la trampa de dudar de nosotros mismos y de los demás.

Cuando alguien nos cuenta un problema, ¿cuál es nuestra reacción?, ¿creemos que necesitamos resolvérselo a esa persona? ¿creemos que el futuro de esa persona se basa en nuestra habilidad para aconsejarla?

Eso es pararse sobre arenas movedizas, que no es de lo que está hecho el recuperarnos mediante el acompañamiento terapéutico.

Cuando alguien está luchando con un sentimiento, o una ciénaga de sentimientos, ¿cuál es nuestra reacción?, ¿qué la persona nunca sobrevivirá a esa experiencia? ¿qué no está bien que alguien sienta?, ¿qué esa persona no saldrá de esto intacta?

Cuando una persona se enfrenta a la tarea de asumir la responsabilidad de su vida, y sus conductas, ¿ cuál es nuestra respuesta?, ¿qué la persona no puede hacerlo?, ¿qué debo hacerlo yo mismo para salvarla y que no se desvanezca en cenizas?, ¿qué no se desmorone?, ¿qué no fracase?

¿Cuál es nuestra reacción hacia nosotros mismos cuando encontramos un problema, un sentimiento, o cuando enfrentamos el trabajo de asumir la responsabilidad de nosotros mismos?

¿Creemos en nosotros mismos y en los demás? ¿Le concedemos poder a la gente- incluyéndonos a nosotros mismos- y a sus capacidades? ¿o le damos poder al problema, al sentimiento o a la irresponsabilidad?
Podemos aprender a observarnos a nosotros mismos. Podemos aprender a pensar y a considerar nuestra respuesta antes de responder. "Siento mucho que estés teniendo ese problema. Sé que puedes dar con una solución. Parece que tienes por ahí algunos sentimientos. Sé que los sabrás manejar y estarás del otro lado".
Cada uno de nosotros es responsable de si mismo. Eso no significa que los demás no nos importen. No significa que de una manera fría, calculada, le retiremos nuestro apoyo a los otros. Significa que aprendemos a amarnos y a apoyarnos a nosotros mismos de maneras que sí funcionan. Significa ponernos en contacto con amigos que nos aman y nos apoyan de maneras que si funcionan.

Hoy me esforzaré por dar y recibir apoyo que sea puro y conceda poder. Trabajaré por creer en mí mismo y en los demás, y en nuestra mutua capacidad para ser competentes al lidiar con sentimientos, al solucionar problemas y al asumir la responsabilidad de nosotros mismos.


miércoles, 26 de agosto de 2015

El Cuidado de uno mismo...

La idea de darnos a nosotros mismos lo que queremos y necesitamos puede causar confusión, especialmente si hemos pasado muchos años no sabiendo que es BUENO y está BIEN que nos cuidemos a nosotros mismos. Quitar nuestra energía y nuestra concentración de los demás, de sus responsabilidades y poner esa energía sobre nosotros y nuestras responsabilidades es una conducta de recuperación, y mejoría, que se puede adquirir.

La aprendemos a través de estar presente para nosotros en la práctica cotidiana.

Empezamos por relajarnos, respirar profundamente y dejar ir los miedos lo suficiente para sentirnos lo más en paz que podamos.

Luego, nos preguntamos a nosotros mismos: ¿qué necesito hacer para cuidar de mí mismo hoy, o en este momento?

¿Qué necesito y qué quiero hacer?

¿Qué demostraría amor y autorresponsabilidad? ¿Estoy atrapado en la creencia de que los otros son responsables de hacerme feliz, de que son responsables de mí?

Entonces, lo primero que debo hacer es corregir mi sistema de creencias. Yo soy responsable de mí mismo.

¿Me siento ansioso y preocupado por una responsabilidad que he estado descuidando? Entonces, tal vez necesito dejar ir mi pasividad o estancamiento, llenarme de fuerza, voluntad y confianza en mí para luego atender esa responsabilidad.

¿Me siento abrumado, fuera de control? Quizás necesite volver a repasar mis acuerdos, lista de objetivos, conversar con un Mentor (Terapeuta) para centrarme en mi decisión de avanzar y crecer...

¿He estado trabajando demasiado? Tal vez lo que necesite hacer sea darme un descanso y hacer algo divertido.

¿He estado descuidando mi trabajo o mis tareas cotidianas? Entonces, tal vez lo que necesite hacer es volver a mi rutina.

No hay una receta, una fórmula, una guía para el cuidado de uno mismo. Cada uno de nosotros tiene una guía, y esa guía está en nuestro interior

Necesitamos hacernos la pregunta: ¿Qué necesito hacer para cuidar amorosa, responsablemente de mí mismo? Luego, necesitamos escuchar la respuesta. Cuidar de uno mismo no es tan difícil. La parte más desafiante está en confiar en la respuesta, y en tener el valor de actuar conforme a ella una vez que la hemos escuchado.

Intención para Hoy:
Me concentraré en cuidar de mí mismo. Confiaré en mí mismo, de modo que pongámonos en primer lugar en la lista.